Tips de cómo ahorrar para comprar la casa de tus sueños
Tal vez llevas años preguntándote
si podrás tener algún día la casa de tus
sueños. Con tantos problemas económicos a nivel mundial, parecería
imposible y si a eso le sumamos un sueldo bajo, la situación se complica
todavía más.
Por fortuna para ti, incluso en
esas circunstancias existe una esperanza. Todo radica en que utilices
inteligentemente tus ingresos, es decir, que los ahorres en función de tu meta.
No te preocupes si no sabes cómo; nosotros te ayudamos mediante una serie de
consejos a seguir.
Determina el presupuesto
Lo primero que debes hacer para comprar la casa de tus sueños es
determinar su costo según las características y zona de tu preferencia. En
otras palabras, se trata de calcular cuánto presupuesto necesitas exactamente
para adquirirla.
Un punto importante aquí es tomar en cuenta tus opciones; existen muchas
instituciones que ofrecen créditos hipotecarios bastante amplios, con
cualquiera de ellos podrías tener la “casa de tus sueños”.
Pero una vez hecha la compra estarías sujeto a las hipotecas y si tus
ingresos se afectan negativamente, podrías perder la casa y todo tu esfuerzo.
Toma todo eso en cuenta antes de establecer el presupuesto, lo más recomendable
siempre es tener un ahorro de contingencia.
Salda tus deudas actuales
Si empezarás a ahorrar para la casa de tus sueños, necesitas
obligatoriamente saldar tus deudas actuales, de lo contrario la cantidad que
puedas ir guardando será muy limitada.
Las deudas pueden ser de muchos tipos: préstamos, productos adquiridos
por cuotas, tarjetas de crédito etc. De acuerdo con el caso puede que tardes
más o menos en cubrir el costo, no obstante, no empieces a guardar dinero hasta
no haberlo hecho, sin importar cuánto tiempo pase.
Cabe destacar también que las deudas suelen afectar el historial
crediticio, en la medida que vayas liquidándolas, iras mejorando tus
oportunidades de acceso a créditos de mejor calidad.
Enumera tus gastos
Es fundamental que te detengas a hacer una lista con todos tus gastos
actuales; eso incluye servicios (alimentación, internet, renta…), salidas,
compras de ropa, membresías y todo lo que afecte tus ingresos.
Aquí es importante ser minucioso y asegúrate de evaluar toda tu situación
económica, no dejes nada por fuera, independientemente de que el gasto sea
mayor o menor.
Asimismo, sé transparente con las cifras y no recortes el costo real de
ningún producto o servicio. Sé completamente objetivo, o tus ahorros acabarán
siendo una mentira y nunca tendrás la casa de tus sueños.
Deshazte de lo innecesario o modifícalo
Una vez que tengas el listado con tus gastos, es momento de ver cuál es
imprescindible y cuál no. Muchas veces invertimos en ciertas cosas que no
necesitamos, por ejemplo, una suscripción a una revista que nunca leemos
realmente.
Si en tu inventario hay gastos así, tienes dos opciones; la primera es
removerlos y la segunda es reemplazarlos por una opción más económica. Quizás
exista una revista igual de buena a la mitad del precio.
Por otro lado, es posible cambiar ciertos hábitos; puede que te guste
desayunar en algún café, siendo así, seguramente gastarías menos si te hicieras
el desayuno en casa.
Estos cambios o modificaciones parecerán simples al principio más, sin
embargo, a largo plazo te generarán un ahorro mucho mayor de lo que crees.
Busca otras entradas de dinero
Un solo trabajo es más cómodo que tener dos o tres; aunque al tener más
de 1, es más grande la cantidad de ingresos que obtienes. Ese aumento se
traduce en una reducción dentro del tiempo de ahorro.
Claro está, deberás organizarte y no te preocupes por el tiempo existen muchas
opciones con las que puedes probar en tus ratos libres. Te agotarás más, sí,
pero también ganarás más.
Guarda una parte de tus ingresos
Este último Tips es el de mayor importancia y es el que da validez a
todos los anteriores. De nada serviría que tuvieras cuatro trabajos si no
ahorras un porcentaje de los ingresos que recibes.
En ese sentido, muchos expertos financieros recomiendan guardar un mínimo
del 20%. El resto puede dividirse en un 50% para los gatos básicos y un 30%
para los personales.
Con esas cifras podrás ir ahorrando lo suficiente como para pagar el
crédito hipotecario que necesitas. Puedes además usar una cuenta bancaria de
ahorros, la cual hará todo el proceso por ti y hasta multiplicará tu inversión.
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