martes, 26 de mayo de 2020

La trampa del intelecto

Los hemisferios cerebrales, funciones y diferenciasEl culto al intelecto ese anclaje cognitivo en el que hemos sido formados y programados para vivir, observar y resolver desde el intelecto todos los problemas que nos acontecen como seres humanos.

A todo eso le agregamos la infoxicación de la que somos presa, este último concepto deviene del neolingüismo el mismo que fue acuñado por el especialista en información Alfons Cornella para aludir a la sobresaturación de información. Es decir que, a más de haber sido programados para actuar siempre desde el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro, le sumamos el engullir a toda hora cualquier información que vemos vagando en la red, reducir conceptos y hasta memorizarlos para hacer gala de intelectuales, hacer propias teorías y criterios en los que no hemos profundizado y de los cuales no tenemos ni la más mínima base para corroborar su veracidad.

Parte de esto es causa por la que el ser humano se ha hecho presa fácil del miedo y de las amenazas que se proyectan en los actuales momentos, la famosa “nueva normalidad” donde las plazas de trabajo son reducidas, donde la tecnología amenaza con ocupar las pocas que quedan, proyectando un panorama poco alentador para los seres humanos. El mismo que está acostumbrado aceptar todo clase de conceptos sobre todo si estos son emitidos por los supuestos líderes políticos, religiosos, de la ciencia, la tecnología o de expertos en mercados, elevándolos a la categoría de infalibles o a una especia de oráculo de Delfos; dando como resultado la crítica rápida, la seudo conceptualización y la dogalización de nuestras mentes llevándonos a creer que son esos supuestos líderes los que nos deben decir que debemos pensar y aceptar como verdadero.

Las herramientas resilientes que tenemos hoy en día son variadas, solo debemos buscar y empezar a usar nuestra imaginación potenciada por el conocimiento, tenemos la obligación de proyectarnos de pensarnos como seres humanos equilibrados, capaces de pensar y actuar desde lo holístico también.

Todo este asunto de la nueva normalidad, que no es otra cosa a mi forma de entender un nombre que se le está dando a precarizar la vida del ser humano utilizando como herramienta principal el sistema económico; es cosa que cada quien tiene que verlo desde su lado, pero esta “nueva normalidad” solo es posible por la forma como hemos sido educados y programados, acostumbrados hacer apología del C.I. (coeficiente intelectual), y creer que lo es todo, que mientras más atiborrados estemos de títulos y conocimiento es mejor, los momentos actuales me dan la razón, personas con un sinfín de créditos académicos aprobados y sin oportunidades reales de poder usarlos, ilusiones muertas y desesperanza por doquier.

Resumiendo, tenemos la obligación de pensarnos como la fuente principal que genera toda la energía primaria que crea aquello que queremos llevar como vida, y para eso debemos tomar consciencia que los seres humanos como tales somos irreemplazables, que ningún magnate o gurú de la tecnología puede venir a decirnos que no tenemos opción a llevar la vida digna que tanto anhelamos y la que por supuesto somos merecedores; pero para ello es necesario repensarnos como algo más que un simple ser guiado por el intelecto que mal utilizado, lo ha llevado a construir bombas y raros bichos que ahora mismo están aterrorizando a la humanidad.

Lo que quiero poner en consideración es que, la parte intelectual ausente de toda empatía o de una consciencia más elevada, solo ha producido más daño que beneficio al ser humano especialmente al común de los mortales.  La evolución no solo puede estar marcada por los avances tecnológicos, sino principalmente por la elevación de nuestras consciencias. 

fp.

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